Entrada al mundo real

"Welcome to the desert of the real", decía Morpheus en Matrix (la primera, única, grande y nuestra). Y es así como me he sentido: entrando a un desierto real en esta mi primera experiencia laboral. Que contratos de trabajo, cumplir horarios, afiliarse a AFP's, Isapres, remuneraciones, arriendos, aprendizajes, almuerzos, convivencia diaria con gente que antes no conocía, caidas de sistema, formalidades varias y otras yerbas que puedo estar olvidando entre tanta cosa nueva.

Es algo que, reconozco, temía y a la vez esperaba. Que me empiezo a pagar las cuentas, créditos, preocupar de la casa, de la plata, de dónde viviré, de qué comeré... de tanta cosa que hace un mes y medio no pensaba hacer... y con lo sorpresivo que fue todo el proceso de selección, como que menos preparado me sentía. Pero no voy a mentir: es lo que he venido queriendo desde siempre. No tanto el trabajar como el ser independiente y tomar mis propias decisiones y atenerme a las consecuencias que ellas acarrearían.

Ha pasado su tiempo desde que empecé a escribir este post. De hecho, cuando lo empecé, todavía estaba viviendo en la casa de mi tía y definiendo fecha de cambio de casa. En estos momentos ya estoy cambiado, viviendo con la gente con la que viviré y en mi nueva ubicación, en mi cama, con mi tele, mi baño, mi dvd, mi computador y mi pieza. Viviendo mi vida. No es una recriminación ni nada por el estilo, sólo es un hecho. Un hecho que puede o no ser consumado (uno nunca sabe qué le deparará el futuro), pero que en estos instantes, simplemente es.

¿Y cómo ha ido mi primer mes de trabajo? (palabras proféticas de Ale). No tengo ninguna queja. Es más, cada vez encuentro que es mejor, más movido, tomo más decisiones por mi cuenta y pregunto menos, lo cual, me imagino, es signo de que dentro de esto sé más o al menos me puedo mover mejor. Todavía hay cosas que simplemente hago sin cuestionarlas mayormente, pero claro, no se puede pedir conocimiento de un día para otro. Ni de un mes para otro en muchos casos complejos. Pero bueno.

He sido bien tratado, he empezado a aprender sobre relaciones laborales (del tipo compañeros de trabajo y nada más, no se malinterprete), he visto cosas buenas y malas en muchos aspectos... pero sobretodo, todavía no me dejo ganar por la rutina y la lata y la fomedad. Todavía tengo pensamientos propios fuera de la máquina. En algún momento me atrapará xD.

Lo único fome es q este año estaré lejos de mi polola. Es lo único que no me gusta nada de esto de estar trabajando. Pero en fin... hay que sobrellevar estas cosas, no?

El mundo es un pañuelo... y no lo hizo Dualette.