De personas...

Entrada cortilla, de reflexión sobre algo que leí por ahí (no recuerdo qué, ni cuando)... tal vez más adelante comente mi primera semana laboral, pero ahora tengo sueño, así que no :P.

De algo que estoy convencido es que absolutamente todas las personas que en algún momento ingresan a nuestra vida lo hacen porque tienen al menos el propósito (no conciente de ellos, sino general de vida dentro del destino de uno mismo) el enseñarnos algo, el crecer como personas, el aprender de nosotros mismos para posterior comportamiento y manera de actuar y de ser en distintas acciones, ya sean inmediatas o en un laaaargo plazo. Como sé que a esta hora las ideas pueden no quedar muy entendibles, me explico:

Siento que toda persona que ha entrado a mi vida, en un grado de relación que va más allá del mero "hola" de pasillo, ha sido un aporte, un grano de arena para mi crecimiento personal y conocimiento de mí mismo. Ciertamente, en estos momentos no sería como soy ni estaría donde estoy si no fuera por el conjunto de aprendizajes que he obtenido a través de los años gracias a estas personas; y ya sea que hayan estado conmigo desde los 3 años como desde hace un mes, y haya sido mayor o menor el grado de confianza que se haya tenido con ella, todas forman parte de la persona en la que me he convertido, y en la que me seguiré desarrollando con el correr del tiempo. Lógicamente, algunas influencias perdurarán más que otras; asimismo, habrá algunas de estas personas que nos acompañarán por el resto de nuestras vidas mientras que otras tendrán "fecha de vencimiento", por ponerlo en palabras crudas pero que reflejan verdad. Basta ver cuántas personas hemos conocido, de cuántas personas hemos sido cercanos, incluso puede que hasta mejores amigos, y actualmente no sabemos nada o muy poco de ellas (puedo contar como tres... como mis mejores amigos del colegio, por ejemplo). Sólo hay que dejar fluir estas relaciones, y por sí mismas determinarán cuánto nos acompañarán en esta travesía.

De todas maneras, orgullosos hemos de estar que hayamos ayudado en el proceso de aprendizaje de alguien (más de alguien, en verdad), incluso sin saberlo. Pues en algún lugar nuestra manera de ser, nuestra manera de pensar, alguna acción o palabra o pensamiento que hayamos dicho o hecho ha influido a una persona, y esta a su vez logra influir a alguien(es) más con ella... influyéndolo así nosotros mismos, y perpetuándonos, sino directa, al menos indirectamente en la vida diaria, dejando así nuestra ligera huella en el mundo.

La primera semana la contaré otro día. ;)