15.8.06

Amigos B

Si bien cuesta hacer amigos, más cuesta encontrar un amigo en quien confiar. El minuto en que uno descubre que puede ser traicionado es el minuto en que decides que la mejor opción es conocer gente sin que nazca la necesidad de confiar en ellos. Amigos, pero no tanto. Amigos B. Los siempre seguros Amigos B. No son los mejores ni los peores amigos. Son los amigos anexos. Son las personas que convives a diario: compañeros de estudio, amigos del trabajo, gente, mucha gente por todas partes, con la que no haces muchos planes, o que conociste por accidente. Cuando eres un B para alguien, compartes sus tragos, decoras su mundo, dices algún chiste memorable y, con suerte, hasta pueden quererte y llamarte de vez en cuando. Pero solo tú los notas: son los amigos que te cuestionan el día que hagas la lista de invitados para tu matrimonio.

Todos tenemos Amigos B y somos Amigos B de alguien. De alguna u otra forma has aprendido a coexistir con ellos, incluso hasta los llegas a querer sin que te importen. Por supuesto, no te das cuenta de que existen hasta que dejas de verlos. No porque los eches de menos, sino porque todos los Amigos B cumplen un ciclo. Se extinguen. Pasan los días y no sabes de ellos por un buen tiempo. Hasta que te los encuentras de la nada, te los topas en el lugar menos esperado, cuando estás pagando en una caja o estás saliendo de un recital, e intercambian preguntas por gente que hace rato no pensabas. Otros Amigos B.

El problema no es tener Amigos B. El problema es tener solo Amigos B y no tener Amigos A. No tener amigos verdaderos es no tener soporte. Es como andar en auto sin radio. Es no tener contacto con la realidad cuando crees que estás en la mitad de la nada. Y no es agradable. Tener muchos Amigos B significa que tienes muchos grupos de mucha gente a tu alrededor, y es sentir que ninguno está realmente ahí. Es ingrato: te das cuenta de que estás rodeado de conocidos desconocidos, de tipos que circulan por tu vida sin comprometerse con nada y con nadie. No es su culpa. Uno mismo es un amigo B para ellos. Y tú también los dejas.

¿Te has puesto a pensar a cuanta gente has dejado en el camino? ¿Te has puesto a pensar en todas las veces que pensabas que eras un Amigo A sin serlo? Después de haber compartido varias, después de que asegurabas hermandad eterna, resulta que eras un simple B, uno que estaba de paso. Uno que jugaba al amigo, y que se queda botado.

Hay otros temas: ¿quién no se ha sentido atraído por un Amigo B del sexo opuesto? (Son relaciones fallan en un 70%, y son otra excusa para que después puedas olvidarte de ese B). ¿Cuántas veces no has hablado mal de un Amigo B en común? ¿Cuántas veces has dado consejos que realmente no te interesan?. O al revés, ¿cuántos B te llamaron para tu último cumpleaños?

Las puertas de los Amigos B son de fácil acceso y si pierdes uno, encontrarás otro de inmediato. La amistad de los B suele ser irónica y te puede dejar lleno de inseguridades y desconfianza. Y van a estar ahí siempre. Existiendo y amenazando tus pedazos sueltos de vida vacía

3 comentarios:

Cigarrera dijo...

snif.. tenis toda la razon... y creo que para mi es mucha la gente calificada como amigos B que lata.. porque cuando a mi me la hacen me molesta.. pero yo vivo dejando gente en el camino... es mi karma.. pero en fins.. sigo trabajando para no catalogar a mis amigos como amigos B...

un beso gigantoso.. me encanto tu escrito de hoy... besin

kanki dijo...

aja... creo q lo escribi en mi ex blog alguna vez... hago amigos y olvido.. hago amigos y olvido.. omg am i a monster? jajaja
de todas formas, me agradan los amigos B... el problema es cuando para ellos, uno es un amigo A... ahi vienen los dramash...
besote

Ignacio Miranda (WenSes) dijo...

Por alli habia escuchado esto antes... pero como conducir, mientraste manejes con cuidado, no son peligrosos, son agradables y muy utiles. Jajaja

Solo procurar retribuir, para no ser lacra. Y si bueno, dentro de los B hay uno que quiera ascender... alli vemos.