24.4.07

Recuerdos

Recuerdo prestado:

Mis padres me llevan, a eso de los 6 meses o el año, al consultorio. Voy contento, con una sonrisa de oreja a oreja. Le hago gracias a la enfermera mientras desnuda mi hombro, le sonrio a mis padres. Soy, en suma un niño feliz. Hasta que hace la aparición la malvada, la rompeconfianzas, la peor enemiga de un hombro: la vacuna. Sin previo aviso, ni decir "agua va" (aunque, para q yo lo entendiera, deberia haber sido algo asi como "agugutata"), sin dar ningún tipo de señal, a traición, con premeditación, alevosía y ensañamiento, me vacunan. Primero, sorpresa. Luego, pérdida de confianza. Me giro a mirar a mis padres con la mejor expresión de "traidores" en la cara, y elevo el mejor reclamo que he hecho nunca. Lloro. Detesto las vacunas.

Recuerdo reconstruido:

Campaña de vacunación de vaya uno a saber qué. Probablemente, sarampión. Ponky ponky ponky pon, dile chao al sarampión, cantaba el antecesor de Popín incitando a los niños a someterse voluntariamente al tortuoso proceso. Y todos formábamos una fila hacia el sector donde una enfermera bastante menos agraciada que la de los Animaniacs o de cualquier otra fantasía medio doble X. No hay punto de comparación, de hecho. Parecía acorde a la época, y tengo toda la idea que habría preferido ser llamada "sargento" a "enfermera". Pero la vida dispuso otra cosa. En fin... como decía, estábamos formando una fila, muchos contentos, algunos a regañadientes, yo francamente disgustado. Tanto así, que decidí manifestarme, pero esta vez no con llanto, sino de frentón con un ataque de histeria. Fueron necesarios 4 profesores para sujetarme, y la sargento para poner la vacuna. Otra experiencia traumática...

Recuerdo más claro:

Seis meses después (o 9, pero por ahí) se vino la segunda patita de la vacunación. Y se aguantaba como fuera. Porque ahora no le daría en el gusto a la señora que se hacía llamar pedagoga de humillarme públicamente, no otra vez, con una sola vez bastaba y sobraba para mi orgullo. Fui, el primero de la fila, y mire a la sargento a los ojos. con signo de haberme reconocido, pero queriendo ocultarlo, me dijo "acérquese". Sin despegar la vista de sus ojos, me acerqué y levanté la manga de mi camisa, dejando mi hombro al descubierto. Como desafiándola, seguía mirándola. "No me das miedo". Ping. Y la vista se mantenía fija. "No se siente, no se siente, no se siente" era mi mantra. "Siguiente!". Había triunfado... no me ganó el desafío ni la vacuna, ni la sargento. Y la pedagoga sólo me pudo decir "muy bien". Y habia vencido uno de mis miedos...

Último recuerdo:
Muestro mi brazo y miro para otro lado. No se siente, pero el brazo queda doliendo. "Efectos secundarios", me dijeron. Le resto importancia y me voy a ver tele con mi novia. Si bien no es agradable, ya no es un trauma.

Me vacuné contra la influenza :P

4 comentarios:

Anónimo dijo...

ooooh nanai!!!!! jajajaja bue yo igual lloraba pero una vez fue terrible porque con mi mejor amigui de ese entonces se nos ocurrio escondernos en el momento de la vacunacions.. y nos buscaron por todo el colegio y nada.. al final nos encontraron llorando debajo de un asiento de la iglesia y nos vacunaron y nos retaron bien retadosh..

Hasta el dia de hoy no le quite el miedo a las inyecciones.. sufro demasiado cuando me las tengo que poner. hago escandalo show y todo lo que imagines =P

Dorkmëister dijo...

cuando volvi a chile a los 8 años (primer gran trauma...) tuve q hacer el test cutaneo (segundo gran trauma) y pa más remate sali positivo en todo ... y tenía q vacunarme contra cosas q hay acá en chile pero q en gringolandia habría sido innecesario (trauma y cacho)...

hice un poco de escandalo pero nada más

de la vacunación masiva contra la sarampion me acuerdo... no de la cancioncita monga q mencionaste... en fin... tuve un pequeño trauma y nada tenía q ver la jeringa...

estaba de los primeros y cuando me toco quise ver como me pinchaban (no soy masoquista, simplemente no un mamón q lo tuvieron q agarrar entre 4 profes) y cuando iban a pincharme, la profe de historia me corre la cabeza para mirar a otro lado... me zafo de su mano y miro de nuevo... nuevamente me toma del menton y me corre la cabeza (me corre la cabeza normal, no la de abajo... no sean mal pensados!!!)... otra vez (weon porfiado) miro como me van a pinchar y esta vez la profe "no tan gentilmente" me toma de la cabeza bruscamente, dandome una cachetada de paso, y me afirma con ambas manos mirandome con cara de ira...

de hecho ni senti efectos secundarios de la aguja...

influenza???? no tay tan viejo po... dejale algo a los verdaderos ancianos e infantes... y luego me vienen con q yo soy el mamón e hipocondriaco...

xabella

Anónimo dijo...

jajajaja nice... yo me acuerdo de la vacuna de 1ro basico, q no se contra q cosa seria, y q me pusieron 2 veces, pese a q yo dije q ya me habian vacunado ¬¬
y dolia no la inyeccion, sino la fea costra q salia despues... wakala...
bueh, pero = no le tengo miedo a los pinchazos...
y xq te vacunaste? empezaste a trabajar y ya te sentis 3ra edad? jajaja
besosh

Miguel dijo...

me vacune pq todos en la oficina andan p'al gato... y bueno, pq era gratis :P