Recuerdo prestado:
Mis padres me llevan, a eso de los 6 meses o el año, al consultorio. Voy contento, con una sonrisa de oreja a oreja. Le hago gracias a la enfermera mientras desnuda mi hombro, le sonrio a mis padres. Soy, en suma un niño feliz. Hasta que hace la aparición la malvada, la rompeconfianzas, la peor enemiga de un hombro: la vacuna. Sin previo aviso, ni decir "agua va" (aunque, para q yo lo entendiera, deberia haber sido algo asi como "agugutata"), sin dar ningún tipo de señal, a traición, con premeditación, alevosía y ensañamiento, me vacunan. Primero, sorpresa. Luego, pérdida de confianza. Me giro a mirar a mis padres con la mejor expresión de "traidores" en la cara, y elevo el mejor reclamo que he hecho nunca. Lloro. Detesto las vacunas.
Recuerdo reconstruido:
Campaña de vacunación de vaya uno a saber qué. Probablemente, sarampión. Ponky ponky ponky pon, dile chao al sarampión, cantaba el antecesor de Popín incitando a los niños a someterse voluntariamente al tortuoso proceso. Y todos formábamos una fila hacia el sector donde una enfermera bastante menos agraciada que la de los Animaniacs o de cualquier otra fantasía medio doble X. No hay punto de comparación, de hecho. Parecía acorde a la época, y tengo toda la idea que habría preferido ser llamada "sargento" a "enfermera". Pero la vida dispuso otra cosa. En fin... como decía, estábamos formando una fila, muchos contentos, algunos a regañadientes, yo francamente disgustado. Tanto así, que decidí manifestarme, pero esta vez no con llanto, sino de frentón con un ataque de histeria. Fueron necesarios 4 profesores para sujetarme, y la sargento para poner la vacuna. Otra experiencia traumática...
Recuerdo más claro:
Seis meses después (o 9, pero por ahí) se vino la segunda patita de la vacunación. Y se aguantaba como fuera. Porque ahora no le daría en el gusto a la señora que se hacía llamar pedagoga de humillarme públicamente, no otra vez, con una sola vez bastaba y sobraba para mi orgullo. Fui, el primero de la fila, y mire a la sargento a los ojos. con signo de haberme reconocido, pero queriendo ocultarlo, me dijo "acérquese". Sin despegar la vista de sus ojos, me acerqué y levanté la manga de mi camisa, dejando mi hombro al descubierto. Como desafiándola, seguía mirándola. "No me das miedo". Ping. Y la vista se mantenía fija. "No se siente, no se siente, no se siente" era mi mantra. "Siguiente!". Había triunfado... no me ganó el desafío ni la vacuna, ni la sargento. Y la pedagoga sólo me pudo decir "muy bien". Y habia vencido uno de mis miedos...
Último recuerdo:
Muestro mi brazo y miro para otro lado. No se siente, pero el brazo queda doliendo. "Efectos secundarios", me dijeron. Le resto importancia y me voy a ver tele con mi novia. Si bien no es agradable, ya no es un trauma.
Me vacuné contra la influenza :P
24.4.07
Recuerdos
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
ooooh nanai!!!!! jajajaja bue yo igual lloraba pero una vez fue terrible porque con mi mejor amigui de ese entonces se nos ocurrio escondernos en el momento de la vacunacions.. y nos buscaron por todo el colegio y nada.. al final nos encontraron llorando debajo de un asiento de la iglesia y nos vacunaron y nos retaron bien retadosh..
Hasta el dia de hoy no le quite el miedo a las inyecciones.. sufro demasiado cuando me las tengo que poner. hago escandalo show y todo lo que imagines =P
cuando volvi a chile a los 8 años (primer gran trauma...) tuve q hacer el test cutaneo (segundo gran trauma) y pa más remate sali positivo en todo ... y tenía q vacunarme contra cosas q hay acá en chile pero q en gringolandia habría sido innecesario (trauma y cacho)...
hice un poco de escandalo pero nada más
de la vacunación masiva contra la sarampion me acuerdo... no de la cancioncita monga q mencionaste... en fin... tuve un pequeño trauma y nada tenía q ver la jeringa...
estaba de los primeros y cuando me toco quise ver como me pinchaban (no soy masoquista, simplemente no un mamón q lo tuvieron q agarrar entre 4 profes) y cuando iban a pincharme, la profe de historia me corre la cabeza para mirar a otro lado... me zafo de su mano y miro de nuevo... nuevamente me toma del menton y me corre la cabeza (me corre la cabeza normal, no la de abajo... no sean mal pensados!!!)... otra vez (weon porfiado) miro como me van a pinchar y esta vez la profe "no tan gentilmente" me toma de la cabeza bruscamente, dandome una cachetada de paso, y me afirma con ambas manos mirandome con cara de ira...
de hecho ni senti efectos secundarios de la aguja...
influenza???? no tay tan viejo po... dejale algo a los verdaderos ancianos e infantes... y luego me vienen con q yo soy el mamón e hipocondriaco...
xabella
jajajaja nice... yo me acuerdo de la vacuna de 1ro basico, q no se contra q cosa seria, y q me pusieron 2 veces, pese a q yo dije q ya me habian vacunado ¬¬
y dolia no la inyeccion, sino la fea costra q salia despues... wakala...
bueh, pero = no le tengo miedo a los pinchazos...
y xq te vacunaste? empezaste a trabajar y ya te sentis 3ra edad? jajaja
besosh
me vacune pq todos en la oficina andan p'al gato... y bueno, pq era gratis :P
Publicar un comentario